
Por extraño que resulte, es una práctica común del país europeo, el atar de las patas delanteras de estos animales para evitar que se escapen. Probablemente este pequeño lo había logrado y ya estaba muy lejos de sus humanos. Sin embargo, estos aparatos le había provocado heridas, y estaba sufriendo.

Por suerte, el veterinario entro rápidamente en acción. Le dio sedantes, esperó a que se tumbara en el suelo, le tapó los ojos con un pañuelo, y así, comenzó a cortar con un alicate las cadenas que ya se incrustaban en la piel.

Fue una operación de tan sólo segundos, pero lo más importante, muy efectiva. El caballo salió del efecto de los sedantes y se puso de pie. Y con respecto a lo que sucedió después, sólo se puede decir que la naturaleza es maravillosa: El animal se acercó al veterinario para agradecerle, y le dio un adorable toque con la punta de su nariz.

A continuación, puedes ver el video completo de este héroe veterinario y del agradecido caballo:
https://www.youtube.com/watch?v=S-dXkbIxQ2A
¿Qué te pareció la reacción de este caballo con el hombre que lo ayudó?
0 comentarios
Publicar un comentario